Informe sobre ciegos



Luego a medida que fui creciendo, fue acentuándose mi prevención contra esos usurpadores, especie de chantagistas morales que, cosa natural, abundan en los subterráneos, por esa condición que los emparenta con los animales de sangre fría y piel resbaladiza que habitan en cuevas, cavernas, sótanos, viejos pasadizos, caños de desagües, alcantarillas, pozos ciegos, grietas profundas, minas abandonadas con silenciosas filtraciones de agua;



y algunos los más poderosos, enormes cuevas subterráneas, a veces a centenares de metros de profundidad, como se puede deducir de informes equívocos y reticentes de espeleólogos y buscadores de tesoros;


lo suficientemente claros, sin embargo, para quienes conocen las amenazas que pesan sobre los que intentan violar el gran secreto.


Ernesto Sabato "Informe sobre ciegos"










Yo frecuentaba los locales ácratos porque tenía el vago propósito de organizar, como efectivamente organicé más tarde, una banda de asaltantes; y aunque no todos los anarquistas eran pistoleros, se encontraba entre ellos a todo género de aventureros, nihilistas y, en fin, ese tipo de enemigo de la sociedad que siempre me atrajo.

Ernesto Sabato "Informe sobre ciegos"


¡Oh dioses de la noche!

¡Oh, dioses de las tinieblas, del incesto y del crimen, de la melancolia y del suicidio!
¡Oh, dioses de las ratas y de las cavernas, de los murciélagos, de las cucarachas!
¡Oh, violentos, inescrutables dioses del sueño y de la muerte!
Ernesto Sabato